En muy poco tiempo, 1 de cada 4 personas será mayor de 65 años. Unas cifras que alertan de la necesidad de atender a este grupo de población y legislar para que puedan acceder a todos los servicios. Teniendo esto en cuenta, la OMS ha inaugurado la década del envejecimiento saludable(2020-2030) considerando que la media de edad de las personas que envejecen es cada vez mayor. Pero, ¿en qué consiste el envejecimiento saludable? ¿Y cómo puede ayudar a este ‘buen envejecer’ la gerontecnología o innovación tecnológica enfocada en mejorar la vida independiente de los mayores? De todo ello hablamos en esta entrevista con dos expertos en la materia: Ana Isabel Corregidor, coordinadora del Programa Universitario Saramago 50+ y miembro activo de la Sociedad española de geriatría y gerontología; y Guillem Viladomat, CEO de Durcal, empresa dedicada al cuidado y monitorización de personas mayores.
¿Cómo definiría el envejecimiento activo?Ana Isabel Corregidor: El envejecimiento activo se basa en cuatro pilares que permiten optimizar el proceso de envejecimiento: salud, aprendizaje a lo largo de la vida, participación social y seguridad. Es un marco político, que desde 2002, tiene como objetivo promover que las personas que envejecen lo hagan de una forma óptima, participando en actividades que promuevan su independencia y también su satisfacción vital.
Recientemente la OMS ha inaugurado la década del envejecimiento saludable (2020-2030) considerando que la media de edad de las personas que envejecen es cada vez mayor. El envejecimiento saludable consiste en desarrollar y mantener en edades avanzadas la capacidad funcional que hace posible el bienestar. Se trata, por tanto, que desde todas las instituciones (políticas, académicas, sociales…) fomentemos un marco en el que las personas que envejecen sean y hagan lo que para ellas es importante. En este sentido, “el hacer” es un elemento clave. Ocupar nuestro tiempo en actividades con las que disfrutamos es crucial para enfrentar los cambios que conlleva el proceso de envejecimiento.
¿Cómo debemos fomentar este envejecimiento activo entre nuestros mayores y por qué es tan importante?AIC: En primer lugar, es necesario desterrar mitos y estereotipos sobre el envejecimiento. En la sociedad hay una imagen peyorativa de la vejez, asociada a enfermedades y deterioro. Sin embargo, no todas las personas que envejecen tienen enfermedades discapacitantes, es cierto que la probabilidad se incrementa, pero la gran mayoría de personas que transitan la vejez son independientes, residen en la comunidad y disfrutan de su tiempo.
El envejecimiento es una etapa de la vida para reinventarse y redefinirse, para aprender todo aquello que la etapa laboral no ha permitido, por falta de tiempo. Desde la administración pública y desde el resto de las instituciones deben fomentarse oportunidades para que las personas mayores puedan descubrir nuevos intereses y realizar actividades que les reporten bienestar.
Por supuesto, el desarrollo de programas que promuevan la salud y además puedan servir de detección y prevención del deterioro funcional y cognitivo, son condición sine qua non para conseguir en marco dinámico y activo del envejecimiento. Los programas de soporte también son muy necesarios, estos programas facilitan que personas mayores con algún grado de dependencia puedan participar en las distintas actividades. Desde la familia, también puede contribuirse a fomentar que las personas mayores se mantengan activas, motivando y facilitando el acceso a los distintos programas.
El envejecimiento es una etapa de la vida para reinventarse y redefinirse, para aprender todo aquello que la etapa laboral no ha permitido
¿Cómo ha mejorado la calidad de vida de las personas mayores respecto a décadas anteriores y cuáles son los principales retos que tenemos por delante para seguir mejorando en este aspecto?AIC: La calidad de vida de las personas ha mejorado en relación con décadas anteriores fundamentalmente porque han mejorado las condiciones de salud y bienestar. Sin embargo, el principal reto al que no enfrentamos es conseguir que estas condiciones de salud se traduzcan en condiciones de funcionalidad e independencia. Es decir, que a pesar de que aparezcan enfermedades que impliquen discapacidad, las personas mayores continúen manteniendo niveles de autonomía y participación social. Es necesario combatir la soledad no deseada y desarraigo social que puede producirse cuando la persona mayor no puede acceder a los recursos sociales por falta de apoyo.
La gerontología está en constante evolución. Ahora mismo se está poniendo mucho el foco en la realidad virtual aplicada al entrenamiento de funciones cognitivas y motoras de los mayores. ¿Cómo puede beneficiarles su uso y cómo se aplicaría a su día a día?AIC: La Gerontecnología, disciplina que promueve las innovaciones tecnológicas en productos y servicios que abordan las y necesidades de las personas mayores, esta experimentando un avance importante. La comunidad científica está centrando la investigación sobre el impacto que la robótica social o la realidad virtual puede tener tanto en la prevención como en el tratamiento del deterioro funcional y cognitivo.
La robótica social pretende combatir el aislamiento social a través de la conexión digital con familiares, amigos y otros grupos sociales. Hasta el momento, se está obteniendo resultados alentadores, debidos fundamentalmente a la predisposición positiva de las personas mayores para incluir la tecnología en sus vidas. Esta predisposición hace más fácil el avance de proyectos e iniciativas.
Por su parte, la realidad virtual ya sea desde su formato más comercial, como los exergames o desde equipos más especializados de rehabilitación clínica, supone un aliciente y una motivación extra para participar en programas de ejercicio físico o estimulación cognitiva, fundamentales para prevenir el deterioro o para mejorar la capacidad funcional. La RV permite personalizar las sesiones y adaptarlas a las necesidades de la persona. Es una tecnología muy versátil que ofrece la posibilidad, por ejemplo, de que abuelos y nietos, practiquen un deporte virtual y compitan con otros miembros de la familia que no se encuentren en la misma ciudad.
La calidad de vida de las personas mayores ha mejorado, el principal reto es que estas condiciones de salud se traduzcan en condiciones de funcionalidad e independencia
Tras vivir la pandemia, un momento en el que las personas mayores han sentido una especial vulnerabilidad, ¿notas que cada vez hay una mayor preocupación de las administraciones por mejorar el envejecimiento de nuestros mayores o sigue siendo una asignatura pendiente?AIC: Cada vez la administración pública y la sociedad en general es más consciente de que el índice de envejecimiento aumenta exponencialmente. Estamos cerca de que 1 de cada 4 personas sea mayor de 65 años. Estas cifras alertan de la necesidad de atender esta población y legislar para que puedan acceder a todos los servicios. Hay más sensibilidad, pero todavía hay mucho trabajo por hacer para ofrecer vida a los años, y no solo años a la vida. La dependencia y la soledad no deseada son ahora la asignatura pendiente.
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